La sopa de cebolla es una de las sopas más conocidas. Aunque los ingredientes son sencillos y resulta muy fácil de preparar, su presentación, con el pan y el queso rallado y gratinado por encima, la hacen espectacular y deliciosa al paladar.
Es importante ir acostumbrando a vuestros hijos a toda clase de sabores y texturas, y esta forma de presentar la cebolla junto al sabor del queso gratinado hará que los niños comiencen a apreciarla.
La cebolla, sana y nutritiva, esconde numerosas propiedades medicinales entre sus capas y además resulta muy versátil en la cocina. La cebolla estimula el apetito y regulariza las funciones del estómago, además alberga un aceite esencial que contiene una sustancia volátil llamada alilo, con propiedades bactericidas y fungicidas.
Esta confortable sopa de cebolla merece un lugar en vuestro menú semanal de invierno…
Receta de sopa de cebolla francesa
Ingredientes:
1 kilo de cebollas
90 gramos de mantequilla
1 cucharada de aceite
1 cucharadita de azúcar
Sal y pimienta
3 cucharadas de harina
12 tazas de caldo de carne
1/2 taza de vino blanco
12 rebanadas de pan de molde
Aceite de oliva
Ajos machacados
1 queso suizo rallado
Preparación:
Se derrite la mantequilla en una sartén grande y se agregan las cebollas cortadas en rodajas finas.
Luego se agrega la cucharada de aceite y se tapa la sartén por unos 15 minutos. Se destapa, se sube el fuego y se agrega el azúcar, sal y pimienta al gusto.
Hay que cocinar las cebollas por unos 40 minutos, revolviendo a menudo hasta que se vuelvan de color dorado.
Se espolvorean de harina y se revuelven bien. Añadir el caldo de carne hirviendo junto con el vino y se corrige la sazón.
Debe cocinar la sopa –tapada- por unos 30 minutos. Se tuesta el pan en el horno untado de aceite con ajos machacados.
A la hora de servir, se coloca la sopa en tazas refractarias, se le pone encima una rebanada de pan que podemos cortar con una cortapastas y se espolvorea con el queso suizo rallado, junto con un poquito de mantequilla derretida.
Se mete al horno en 175 °C por unos 20 minutos. Luego se le pone el gratinador un minuto (para que se tueste bien el queso) y se sirve bien caliente inmediatamente.
Fuente: serendipity , Pequerecetas
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