Si en un post anterior veíamos la sopa de cebolla, una de las más conocidas y una sana opción para los días invernales, su hermana, la sopa de ajo, no se queda atrás… Con estas sopas evitaréis que resfriados y catarros entren en casa, pues son fuente de vitaminas y una opción perfecta para los primeros platos.
La sopa de ajo es uno de los platos más típicos y populares de nuestra gastronomía. Para su elaboración se emplea por un lado jamón y chorizo, ricos en proteínas y grasa, y por otro lado pan, fuente de hidratos de carbono complejos, y ajo, que aporta además de vitaminas y minerales, sustancias antioxidantes.
La sopa de ajo se condimenta con pimentón, lo que junto al intenso sabor de sus ingredientes puede hacer posible el evitar la adición de sal a la sopa, algo que resulta útil para evitar el excesivo consumo de sal en los niños.
INGREDIENTES
(4 personas)
50 gramos de jamón.
50 gramos de chorizo.
4 dientes de ajo.
100 gramos de pan duro.
2 huevos.
1 cucharadita de pimentón.
4 cucharadas de aceite de oliva.
Sal.
PREPARACIÓN:
En una cazuela de barro vertemos el aceite y una vez caliente agregamos los dientes de ajo.
Cuando empiecen a dorarse añadimos el jamón cortado a dados y el chorizo y sofreímos los ingredientes un poco.
Añadimos el pan en rodajas muy finas y freímos.
Espolvoreamos con un poco de pimentón, cubrimos con agua, sazonamos y dejamos cocer durante 20 minutos.
Cuajamos los huevos dentro de la sopa bien sea en forma de huevo hilado o en trocitos cocido y servimos muy caliente.
Fuente: Consumer , Pequerecetas
Imagen: Yogma
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